Dificultad: fácil
Tiempo: 45 minutos
Esta deliciosa tarta es mucho más sencilla de preparar de lo que parece, y es tan vistosa que es ideal para fiestas, cumpleaños, Navidad... Suele tener un éxito asegurado y creedme cuando digo que crea auténtica adicción!
Ingredientes:
- 1 paquete de galletas María
- 100 gramos de mantequilla
- Adornos tipo fideos de chocolate o similar
- Capa de chocolate negro:
- 150 gramos de chocolate negro
- 250 ml de leche
- 250 ml de nata líquida
- 50 gramos de azúcar
- 1 sobre de cuajada
- Capa de chocolate con leche:
- 150 gramos de chocolate con leche
- 250 ml de leche
- 250 ml de nata líquida
- 50 gramos de azúcar
- 1 sobre de cuajada
- Capa de chocolate blanco:
- 150 gramos de chocolate blanco
- 250 ml de leche
- 250 ml de nata líquida
- 25 gramos de azúcar
- 1 sobre de cuajada
- El primer paso es triturar las galletas en una picadora, o bien a mano machacándolas con una cuchara o un rodillo, el mazo del mortero... En definitiva lo importante es que queden bien trituradas.
- Se calienta la mantequilla en el microondas hasta que se funda y se mezcla con las galletas, hasta que quede una pasta uniforme. Esta pasta se extiende en el fondo de un molde y se aplasta bien, para que quede compacta. Se introduce el molde en el frigorífico para que la galleta endurezca lo máximo posible antes de verter sobre ella la primera capa.
- En un cazo se vierten todos los ingredientes correspondientes a la primera capa de chocolate negro, a fuego medio-bajo. Se mueve constantemente durante unos 10 minutos, hasta que el chocolate se derrita por completo y se forme una crema homogénea. Es muy importante no dejar que la mezcla hierva, por lo que hay que controlar el fuego. De esta forma, la textura de las distintas capas quedará mucho más cremosa.
- Se vierte la primera capa en el molde, sobre la galleta, y se deja enfriar un poco mientras se prepara la siguiente capa.
- La capa de chocolate con leche se prepara de forma idéntica a la anterior, removiendo sin parar sin dejar que hierva durante diez minutos. A la hora de verterla sobre la anterior, que ya estará más sólida, hay que hacerlo con mucho cuidado para que la fuerza con la que cae el chocolate no rompa la capa anterior. Para ello, vertemos el contenido del cazo sobre una cuchara dada la vuelta. De esta forma, se suaviza la caída y las dos capas permanecen intactas. De nuevo se deja enfriar mientras se prepara la última capa.
- La última capa se realiza de forma similar a las dos anteriores, y se vierte de igual modo con una cuchara dada la vuelta.
- Finalmente, se adorna con fideos de chocolate, bombones, lacasitos... y se conserva en el frigorífico.
Es importante no comerla hasta que haya pasado por lo menos 24 horas refrigerada. Esta tarta está más rica cuantos más días pasan, y el sabor se potencia mucho más cuando ha permanecido refrigerada al menos un día.
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