Tarta de chocolate

Dificultad: media

Tiempo: 1 hora
 

¡Esta receta de tarta de chocolate no es apta para diabéticos! Ya que su contenido en azúcar es extraordinariamente alto. En cambio, es altamente recomendable para golosos y amantes del chocolate. Esta receta se la debo a mi amiga Bea, que la ha importado gracias a sus aventuras por tierras irlandesas. Es ideal para postres en ocasiones especiales, cumpleaños, Navidad...

Ingredientes para 6 personas:

Ingredientes para el bizcocho:

• 200 gramos de harina
• 150 gramos de azúcar
• 1/2 sobre de levadura en polvo
• 50 gramos de cacao en polvo
• 175 gramos de mantequilla o margarina
• 2 huevos
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla
• 150 ml de crema o nata agria

 

Ingredientes para el glaseado:

•  75 gramos de mantequilla o margarina
• 175 gramos de chocolate para postres
• 200 gramos de azúcar glass
• 1 cucharada de melaza
• 125 ml de crema o nata agria
• 1 cucharadita de extracto de vainilla

-  En un bol mezclar los huevos con el azúcar. Añadir poco a poco el resto de ingredientes y mezclar bien a mano o con la batidora para los impacientes. Una buena pauta es mezclar primero los ingredientes líquidos (huevos, vainilla, nata agria...), y añadir después los ingredientes sólidos (harina, levadura, cacao...). Sin embargo, la técnica varía mucho de unas personas a otras. Lo importante es que al final quede una masa más o menos espesa pero muy homogénea, con todos los ingredientes bien mezclados.

- Se engrasa un molde con mantequilla y se vierte la mezcla. Se introduce en el horno precalentado a 180ºC durante unos 45 minutos, aunque es recomendable empezar a comprobar a los 40 minutos, con cuidado de que no se queme.

- Se saca del horno y se reserva, dejándolo enfriar durante al menos 10-15 minutos para que los ingredientes acaben de cuajar, antes de desmoldarlo.

- Mientras el bizcocho está en el horno, se puede empezar a realizar el glaseado de chocolate. Para ello, en un bol se derriten la mantequilla y el chocolate en el microondas durante un minuto y medio, o al baño maría. Se remueve bien la mezcla con unas varillas hasta que quede bien ligado. Es importante utilizar unas varillas para hacer el glaseado, y evitar la batidora, para que quede una mezcla bien espesa y de textura cremosa.

- Al chocolate se le añade la melaza, la crema agria y la esencia de vainilla, sin parar de remover.

- Una vez esté mezclado, se va añadiendo el azúcar glass poco a poco, removiendo continuamente. Aquí se ve que la mezcla se empieza a espesar cada vez más. Tiene que quedar lo suficientemente espesa para que no se escurra o se deslice cuando la coloquemos en el bizcocho.

- Si tras añadir todo el azúcar glass ha quedado excesivamente espesa, o los ingredientes no han quedado suficientemente homogéneos, se puede añadir una cucharadita de agua. Si por el contrario ha quedado muy líquida, hay que añadir más azúcar hasta que espese.

- El último paso es el montaje de la tarta. El bizcocho se divide en dos partes, cortándolo longitudinalmente por la mitad. Para esta operación, con un simple cuchillo basta, no hacen falta herramientas especiales.

- Se echa una abundante capa de glaseado sobre la parte superior de una de las mitades del bizcocho, y se cubre con la otra mitad, a modo de sandwich. No pasa nada si el relleno se sale un poco, es normal, y al final acabará todo cubierto con el glaseado.

- Con el resto del glaseado se cubre la parte superior del bizcocho y los laterales, sin dejar ningún resquicio, pero reservando parte del mismo para hacer adornos con una manga pastelera, si así se desease.

- Finalmente, cubrir con adornos como fideos de chocolate, y dejar enfriar. Conservar en la nevera durante al menos 24 horas antes de comerlo, ya que de esta forma está mucho más rico y se potencia más el sabor.